En pleno casco antiguo de Zaragoza encontramos esta maravillosa clínica podológica acondicionada recientemente por el equipo de arquitectos Beamonte y Vallejo.
El resultado es una clínica muy cómoda y accesible para los pacientes a la vez que reciben su calidez y cercanía.
Utilizan tonos blanco rotos que aportan sensación de amplitud y luminosidad que dialogan con elementos de madera en suelos, mobiliario y celosías.
Todo cuidado al mínimo detalle refleja claramente la profesionalidad con la que se trabaja.
En pleno casco antiguo de Zaragoza encontramos esta maravillosa clínica podológica acondicionada recientemente por el equipo de arquitectos Beamonte y Vallejo.
El resultado es una clínica muy cómoda y accesible para los pacientes a la vez que reciben su calidez y cercanía.
Utilizan tonos blanco rotos que aportan sensación de amplitud y luminosidad que dialogan con elementos de madera en suelos, mobiliario y celosías.
Todo cuidado al mínimo detalle refleja claramente la profesionalidad con la que se trabaja.